domingo, 31 de julio de 2016

Versiones de la Gallega

La Nao Santa Maria.
Sistemas constructivos  I




Desde luego mucho se ha conjeturado, y se seguirá, sobre la apariencia que debió tener en su momento. Hasta siete diseños distintos existen por el mundo repartidos, sin destacar uno sobre los otros, solo los documentos y hallazgos procedentes de aquella época pueden disipar las dudas sobre el diseño de dicha Nao.
Entre la mucha documentación escrita que existe, en forma de legajos, declaraciones, escritos del propio Colón, dibujos y labrados en frontispicios, algunos investigadores se han atrevido a diseñar modelos de dicha Nao, de forma conjetural, hasta el punto que hoy en día, damos por buenas algunas de esas “versiones” que tanto se han discutido, para bien o para mal.
El concepto está ya implantado en la sociedad de tal forma que ha creado opinión, a veces indiscutible por no tener mas elementos para ello que la información ya mencionada, y que solo nos permite conjeturar en las diversas direcciones que han expuesto sus autores.

Pero la Historia es caprichosa con aquellas ideas que proceden de la especulación y la conjetura mas racional, y como en toda Ciencia, comienzan a aparecer novedades y pruebas que pueden modificar sustancialmente aquello que creíamos casi definitivo, cuando no cerrado.
La Historia naval Española puede ser la más prolífica del paso del tiempo desde la Edad Media hasta hace bien poco. Recordaremos que el Imperio controlaba todos los mares y tenía presencia en todos los Continentes conocidos, “no se ponía el Sol en el Imperio” en tiempos de Felipe II, y este imperio, recordemos que duró 400 años, no se hubiese podido mantener, de no poseer una fuerza naval suficiente y constante a lo largo de ese tiempo. Es por ello que nuestro poderío marítimo superaba en número y en categoría a los demás países durante esos años.

Pues bien, volviendo a esa Historia de la Nao del descubrimiento, en tiempos pretéritos no solo la flota Española era la Militar, había dos “flotas” paralelas que eran tanto o mas impresionantes por su número y cualidad, estas eran; una la comercial y la otra la pesquera.
Como se sabe la flota comercial se encargaba del transporte de todo tipo de mercancías desde y hacia América, y por las costas de Europa tanto Atlántica como Mediterránea.
La flota pesquera que inicialmente faenaba en las costas Europeas, rápidamente pasó a buscar nuevos caladeros en las costas Americanas, siendo Terranova uno de los lugares preferidos, por las características pesqueras y climáticas, de los pescadores del Norte, Vascos, Cántabros, Gallegos y también Portugueses, se lanzaron al otro lado del Atlántico en busca de caladeros.

Evidentemente el número de embarcaciones que allí faenaron durante tanto tiempo fue muy numeroso, a la pesca de Ballenas y mas tarde el Bacalao. El Mar en estas latitudes muestra su peor cara cuando cambian las condiciones climáticas, como consecuencia se han producido numerosos naufragios en aquellas costas.
Por la información de que se dispone, hay localizados bastantes de los barcos allí hundidos, pecios perfectamente documentada su localización, algunos de ellos ya han sido investigados por arqueólogos marinos e incluso existe un detallado estudio de una de esas Naos que fue extraída del mar pieza a pieza, para su investigación , observar sus características, morfología, materiales, etc. Cuando consideraron que todo el material estaba catalogado lo devolvieron a su emplazamiento original en el mismo lugar donde lo encontraron, la frías aguas de Terranova han servido para que el pecio se conservara en unas condiciones óptimas, ello ha facilitado su estudio extraordinariamente.

El buque en cuestión es el ballenero vasco S. Juan , hundido en 1568 en la bahía de Red Bay, península de Labrador, Canadá.

jueves, 28 de julio de 2016

La Gallega

                               
                             

Nao Santa María; La Gallega

A modo de crónica explicaremos porque la Nao Santa Mar
ía, conocida como "La Gallega" en sus tiempos, casi con toda probabilidad fue construida en las carpinterías de rivera de la Moureira en la Ciudad de Pontevedra.
Según D. Celso Garcia de la Riega, fue a consecuencia de la conquista de Sevilla cómo, la corona de Castilla concedió el privilegio para la construcción de naves y armas para el Reino.
Como se sabe el Rey Fernado III conquisto la ciudad hispalense en la que tomaron parte veintisiete Naves pertenecientes a la flota gallega, además de Pontevedra también de Noya. Entraron en el Rio Guadalquivir desde Sanlucar, rompieron la barra defensiva que los defensores habían dispuesto en el cauce del río, abriendo un segundo frente 
desde la misma rivera,  facilitando la entrada de las tropas terrestres, la actuación de la flota fue determinante.

Esta gesta militar fue decisiva en la promoción para que se desarrollara en Pontevedra un importante comercio, y prosperase la construcción naval. Acompañada esta actividad de una serie de privilegios en relación a la libre circulación de mercancías, la venta de barcos, y derechos de sus ciudadanos.
Se constituyo una Cofradía, S. Juan Bautista, de carpinteros de mar y de tierra, que llego a alcanzar una gran preponderancia, ésta y otras cofradías, como la de mareantes, Cofradía de S. Miguel, dieron un notable impulso a la industria de construcción naval, que resultaba menos costosa que en otras partes. Todo ello desarrolló un comercio paralelo al naval, que hizo florecer la ciudad, llegando a ser la mayor ciudad de Galicia por su capacidad "industrial" en el campo y el la mar.

En una de sus anotaciones F. Duro, hablando de la S.M. en su libro “La Marina de Castilla”, decía “era una nave fuerte y buena”, es decir “sólida”, característica fundamental para la navegación en los mares duros como eran, y siguen siéndolo, los del Atlántico, Cantábrico y del Norte.





El que la Santa Maria llevase como apelativo “la Gallega” no es un apodo gratuito, el P. Sarmiento dice ser verosímil que “la carabela” La Gallega hubiese sido labrada en los astilleros de Pontevedra. La advocación de las naves en aquellos tiempos estaban relacionados a los Santos predilectos de los gremiantes y armadores, así la gallega estaba advocada a S. María la Grande, como la Niña lo era a Santa Clara, que era su nombre legal.

Los privilegios que gozaban varios puertos de Galicia desde antigua fecha y especialmente Pontevedra a consecuencia de la conquista de Sevilla, donde tomaron parte mas de veinte naves de dicha Villa mas diez y siete de Noya, fueron elementos poderosos para que en ella se desarrollaran el comercio y la construcción naval.
               Los constructores de barcos y carpinteros de mar disfrutaban desde tiempo inmemorial la franquicia de no satisfacer andabais(Alcabalas) ni impuesto alguno por la madera, clavazón y brea, ni por razón de "empreytada e traballo das suas maos e persoas" ni por hacer navíos para marear aunque " las ficesen e labrasen a cote de jornal ou de cualquier manera ena dita Vila de Pontevedra" (sic)

En el cap. X del libro de la Riega, la Gallega, describe el autor algo que parece puede ser una prueba irrefutable de que la Nao era pontevedresa. Se da la circunstancia que entre los documentos que descubrió D. Casto Sampedro pertenecientes a la sociedad arqueológica. Son escrituras en pergamino y el papel del S.XV , una de las escrituras es un contrato de un flete con destino a Aveiro, en el que figura el nombre del barco que haría el porte, es la Santa Maria, no solo eso, el maestre de dicha nave, escrito está en ese documento, es D.Juan de la C. no hay que pensar mucho para suponer quien es. Aparecen en la firma como testigos dos mareantes miembros de la tripulación, uno de ellos llamado Garcia Ruiz y el otro, a falta del nombre por ilegible, de apellido Foronda. ¿Casualidad que dos de los tripulantes de la S.Maria tuvieran esos nombres? En la lista de la tripulación del diario del Almirante figuran estos dos nombres, que a la postre fueron de los desdichados muertos por los indígenas en el fuerte Navidad. Dado que la nave era propiedad de Juan de la Cosa, es posible pensar que dichos mareantes fuesen los mismos, porque las naves aunque cambiaban de armador, se solía mantener parte o toda la tripulación.
También aparece en la tripulación de la Pinta un Juan de Sevilla. Con el mismo nombre hay varios en el libro del concejo de Pontevedra, entre 1437 y 1463, uno como Alcalde ordinario, otro como alcabalero, otro mareante, y así varios mas.
Hay mas, el piloto de la Pinta era Cristobal Garcia Sarmiento, apellido muy frecuente entre el bajo Miño y el Rio Lerez, aun hoy en día perdura dicho apellido como uno solo en casi toda Galicia.
Como he dicho, Juan de la Cosa, insigne cartógrafo, era propietario de la Gallega, o copropietario, la cuestión fué que los Reyes Católicos indemnizaron al maestre de la Nao con prebendas y exenciones por la pérdida de la nave en la isla Española, hoy Sto. Domingo y Haiti.






miércoles, 27 de julio de 2016

Cualidades personales de Cristóbal Colón.

Repito aquí un articulo publicado en "Modelismo naval de Freijanes" con algunas ampliaciones.


La inteligencia de C. Colon descansa tanto en las cualidades de su espíritu como en la fuerza de su carácter, cuyo impulso era grande.
Estaba dotado de un gran poder intuitivo para poder explicar y hacer comprensible los fenómenos que observaba.

Se puede decir con certeza que no es la cantidad, sino la calidad de los estudios que en los libros se realicen, lo que hace a un hombre más o menos culto.

La principal característica de Cristóbal Colón es el conocimiento y la observación de los fenómenos naturales, que los navegantes contemporáneos del almirante o no apreciaban o no sacaban conclusión alguna de ellos, ya que tenían que observarlo forzosamente dada su profesión.
Las teorías de Colón, sobre todo lo que propuso, son propias y le pertenecen, son el producto de su trabajo y su extraordinario poder de razonamiento. La ciencia consiste en la explicación de los fenómenos naturales para hacerlos comprensibles al conocimiento humano. No es de extrañar, pues, que sus razonamientos hayan influido poderosamente en el pensamiento humano a partir de él. Aspecto que poco se le ha reconocido. 

Recordemos que solo se le atribuye un solo mérito, el descubrimiento de un nuevo mundo. Pero para llegar a realizar tamaña empresa debía de atesorar un conocimiento muy superior al de sus contemporáneos. Hay eruditos de alta estima como Humbolt que le colocan a la altura de los mas grandes de su época, en pleno Renacimiento las ciencias y la filosofía, la astronomía, cosmografía, etc, despegaron sus raíces del dominio secular de la religión para abrir un nuevo camino para la comprensión de la naturaleza y del ser humano.

Teniendo él conocimiento de las dichas ciencias; Astronomía, geometría, aritmética, cosmografía(Geografía) comenzó a dedicarse a navegar, y así aprendió todo lo relacionado con los vientos y las corrientes marinas, saber imprescindible para moverse por los indómitos mares. 
Al dedicarse a las cosas de la mar, influido sin duda por algún varón destacado de su familia, dejó de estudiar latín y demás disciplinas teológicas, que le orientaban en el camino del misticismo, y se dedicó a la aventura naviera y la despiadada vida de la navegación.

Basta con leer sus escritos para comprender que la cultura que poseía, no pudo  adquirirla al azar, sino de forma disciplinada y muy bien dirigida, como también lo demuestra su portentosa forma de generalizar y explicar los fenómenos que observaba.
De las cosas de la mar sabía más que cualquier piloto de su tiempo.

Von Humboldt lo describió de la siguiente manera: 
La gloria de Colón, como la de todos los hombres extraordinarios que por sus escritos o por sus acciones han ensanchado la esfera de la inteligencia, descansa tanto en las cualidades del espíritu y la fuerza del carácter, cuyo impulso realiza el hecho, cuanto en la poderosa influencia que ha ejercido, sin proponérselo, en los designios de la humanidad.
Este sabio ensalza a Cristóbal Colón ponderando la complejidad del problema que se vio obligado a resolver. Humbolt compara a Colón con Aristóteles, Platón, Newton, y Leibnitz. Considera justo colocarle entre ellos por sus portentosos descubrimientos. El Almirante, como todos ellos, tenía un gran poder intuitivo para la generalización de los fenómenos observados.

En su libro “Colaboración a la solución de un problema coloniano”   Publicado en 1948; Antonio Fernández Fernández nos explica todas las ramas del saber que de aquellos tiempos conocía perfectamente el gran nauta. Marino y piloto, Astronomía, Cosmografía, Geografía física, Arquitectura naval, Cartografía, Naturalista, describió como nadie en su tiempo un maremoto, explicó de manera natural la erupción del Teide en el 1º viaje. Hizo una acertada previsión del ciclón que hundió la flota de Bobadilla. En la corte de Portugal y Castilla era tenido por sabio.

Si tenemos en cuenta y relacionamos ordenadamente los descubrimientos y observaciones que realizó y dejo convenientemente anotadas, Don Cristóbal Colón, Almirante de la mar océano, se ha de resaltar que, si después de todo ello no se le considera en la categoría de los hombres sabios, a nadie se podrá aplicar éste calificativo.

Es difícil entender que Colón se hubiese dedicado a oficios mecánicos como era el de cardador de lana, este oficio se caracteriza por lo mecánico de la labor, haciendo que se pareciese más a una máquina que a un ser pensante. Lo ratifica Hernando Colón y Las Casas en su biografía.

-      De tierna edad aprendió las letras lo bastante para entender a los cosmógrafos, a cuya lección fue muy aficionado; por lo cual se dedicó también a la astronomía y la geometría. Pues estas ciencias están relacionadas, que no pueden estar la una sin la otra; y también porque Ptolomeo en el comienzo de su Cosmografía, dice que nadie podrá ser un buen cosmógrafo sin ser dibujante, aprendió también el dibujo, para situar las tierras y formar los cuerpos cosmográficos en el plano y en la esfera.

Si Colón se hubiese dedicado a los trabajos de cardador, es improbable que adquiriese, y aún que conservase el extraordinario poder de generalización que se le reconoce. Por tanto estamos de acuerdo en lo que escribió Hernando Colón, tiene razón cuando dice que su padre no se ocupó nunca de oficios manuales. La ley natural es la que nos obliga a pensar de esta manera.



martes, 26 de julio de 2016

Lo que la historia nos deja y lo que vamos encontrando



Las autoridades italianas mostraron este miércoles una carta original de Cristóbal Colón escrita en 1493 con detalles del descubrimiento del “Nuevo Mundo”. Ésta carta fue sustraída y sustituida por una falsificación, reproducción muy sofisticada, en una biblioteca de Florencia. El original fue a parar a la Biblioteca del Congreso estadounidense. 
En Italia nunca nadie se percató del hurto. Ni expertos ni archiveros de la biblioteca de Florencia se habían dado cuenta. Las autoridades italianas, empezando por el ministro italiano de Cultura, Dario Franceschini, han admitido que:
  “Fue un robo realizado de forma sofisticada. Se han necesitado muchas verificaciones por parte de estudiosos para demostrar que la carta de Florencia era falsa. Además, durante años nadie se ha dado cuenta de que era una reproducción”, eso explicó a la prensa. 
La carta en cuestión es una de las 16 a 18 copias  que Colón mandó imprimir para enviar a los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, en 1493 con los detalles de la primera expedición. Haciendo referencia al artículo que informa del hecho en el periódico “La Vanguardia”. Reproduzco parte del texto publicado en el que se explica claramente lo sucedido:  
                   “Muchas veces la realidad supera la ficción y eso es lo que parece haber ocurrido en esta ocasión: la carta, que se suponía en Florencia, ha sido encontrada en Estados Unidos después de haber sido robada - se desconoce cuándo-, vendida en subasta y donada por una persona particular a la Biblioteca del Congreso en Washington. Todo este proceso, además, fue llevado a cabo sin levantar sospechas, pues tras el robo el ladrón colocó una falsificación en el mismo lugar en el que se conservaba la carta original, en la biblioteca florentina. El descubrimiento ha sido posible gracias a la colaboración entre la Unidad de los Carabineros para la Protección del Patrimonio Cultural (Comando Carabinieri Tutela Patrimonio Culturale - TPC) de Italia y las fuerzas de seguridad estadounidenses. De esta manera, Italia recupera una carta de extraordinario valor histórico y de archivo que hasta hace poco no sabía que había perdido. Una investigación sobre el paradero de unos libros antiguos destapó el fraude de la misivaEl hallazgo ha salido a la luz a raíz de otra investigación que nada tenía que ver con la misiva del descubridor de las Américas. En 2012, la Policía italiana inició una investigación para dar con el paradero de unos libros antiguos cuya desaparición había sido denunciada por el director de la Biblioteca Nacional de Roma. Durante las investigaciones, los carabineros comprobaron que la biblioteca romana poseía una copia falsa de una de las cartas originales de Cristóbal Colón. La investigación no concluyó aquí, sino que les llevó hasta Florencia, donde evidenciaron que también la copia conservada en esta ciudad italiana era falsa. Ambas cartas habían sido robadas en algún momento en el pasado y sustituidas por reproducciones muy conseguidas, aunque falsas. Entre las pistas que llevaron a expertos a concluir que estas cartas que se encontraban en Italia no eran las auténticas se encontraban, por ejemplo, el sistema de numeración o la ausencia de un sello oficial. “Se trataba de reproducciones fotográficas modernas impresas en papel antiguo, pero con características incompatibles respecto a la fecha en la que fue escrito el documento”, apuntó el comandante de los carabineros del TPC, el general Mariano Mossa. El ejemplar había sido subastado por 350.000 euros pero está valorado en un millón Comenzó entonces una exhaustiva labor de búsqueda que desembocó en Estados Unidos, concretamente en la Biblioteca del Congreso. El ejemplar auténtico, valorado en un millón de euros (unos 1,127 millones de dólares), había sido vendido en subasta por 400.000 dólares (unos 354.910 euros), adquirido por una persona y posteriormente donado a la biblioteca estadounidense. La carta original, que supone “un diario de a bordo”, en palabras de Stacchetti, ya se encuentra en Florencia, donde aún es necesario estudiar si será expuesta al público o conservada entre los tesoros más protegidos. De las dos cartas robadas, solo la de Florencia ha sido encontrada, mientras que la Policía italiana continúa con las investigaciones para encontrar el ejemplar original de la sustraída en Roma. Fue un robo casi perfecto, llevado a cabo “en una época impredecible” según las autoridades y por un ladrón que hasta el momento no ha podido ser identificado lo que otorga a la historia elementos quizás dignos de un guión cinematográfico. 

Hasta aquí el relato de lo que parece una novela policíaca, intriga y desenlace afortunado. Estas cosas pasan, y pasan muy a menudo para desesperación de cultos e ilustrados que no entra en nuestra cabeza que exista gente dispuesta a expoliar el patrimonio cultural de la historia o de un país por conseguir unas monedas, en este caso muchas menos del valor real del documento. Otra historia es aquella en la que funcionarios o/y políticos son capaces de facilitar para que “otros” se lleven lo que pertenece a un estado, nación o personas, como ocurrió con los datos de “La Mercedes” y el follón que se ha montado con el expolio del fondo marino, exclusiva competencia del estado, por parte de la empresa busca tesoros. También el nuestra biblioteca nacional hubo quien arrancaba páginas enteras de códices y legados bibliográficos para venderlos al mejor postor. En fin que no hay nada que se escape a la voracidad de estos buitres.

jueves, 14 de julio de 2016

Colón nunca fue Genovés.


La Historia está llena de hechos que nunca sucedieron y contados por gentes que nunca estuvieron allí.
Con esta sencilla cita se explica cómo, algunos de los acontecimientos ocurridos en tiempos remotos, todavía estén bajo la duda y el misterio. Cristóbal Colón se encargó personalmente de cubrir con una nebulosa todo lo acontecido en torno a su persona antes de su aparición en Portugal. 

Durante los últimos ciento veinte años se propagó al mundo el posible origen Ligur del gran nauta, pero, había que ratificar de forma documental tal aserto y ahí está el problema, poder confirmarlo. No se ha podido demostrar nada a pesar de los intentos, muy creativos, por dotar de solidez a tal argumento.
No vamos a rectificar a tanto sabio que ha apostado por esta “teoría”, aun conociendo de la falsedad de ese planteamiento, dando explicaciones más o menos rebuscadas para ello. Nuestra actitud es limpia, no necesitamos denostar al otro para hacer valer lo propio, pretendemos ensalzar aquellos argumentos que, a nuestro juicio y ya explicados por numerosas autores, nos han llevado a la conclusión, y por tanto al planteamiento de la teoría, de que Colón no solo no era genovés, era y es español y para más detalle gallego de Pontevedra.

Durante estos últimos siete años me he dedicado a estudiar con dedicación, todo el procedimiento de investigación llevado a cabo por numerosos intelectuales y eruditos desde que en el año 1892, D. Celso García de la Riega, ilustrísimo erudito pontevedrés, encontró unos documentos con el apellido Colón referenciado repetidamente en ellos. Documentos de los que hablaremos minuciosamente  en su momento.

Debo de exponer ante todo el que me quiera escuchar, que me ha sorprendido de forma repulsiva la actitud que algunos personajes e instituciones han presentado, no solo reticencias, sino franca oposición y combate desde la aparición del planteamiento del señor de la Riega. Es completamente deleznable que la oposición más violenta y furibunda se hubiese planteado dentro de nuestro territorio, cuando lo más lógico y natural hubiese sido un acercamiento entre los organismos competentes para hacer un estudio serio y fundamentado, haciendo así se podría confirmar o, en su caso, rechazar cualquier planteamiento después de llegar a conclusiones científicamente probadas.
Este es un capítulo para tratarlo de forma también pormenorizada, cómo la felonía, la envidia y la traición está instalada en esta sociedad, y lo que es peor, las clases sociales más doctas no son inmunes a estos pecados.

No se explica de forma racional que con soportes documentales, argumentos geográficos, lingüísticos, genealógicos, las pruebas y pistas dejadas por el Almirante, todo ello con justificación probatoria, los doctos historiadores no se hayan levantado en “armas razonadas” en contra de lo que Don Enrique Zás llamó el dogma petrificado. Siguen manteniendo y defendiendo aquella causa que sin prueba alguna, signo o evidencia, todavía resuena por todo el mundo que Colón era genovés, cuando nunca lo fue.

En este blog, que recuperado y reconvertido, proponemos colocar nuestro grano de arena para proponer, defender, exponer y lograr que se nos escuchen, ante la evidencia de la rotundidad de las pruebas, evidencias, circunstancias y documentos que nos dicen claramente que el gran descubridor es español.


Aunque tengamos que luchar con fuerzas superiores e inmovilistas, nuestra insistencia y perseverancia estamos seguros que dará sus frutos en el futuro y podamos cambiar la mentalidad de muchos y poder así derribar el dogma petrificado al que nos quieren mantener atados de por vida. Si unos tiramos de un lado y luego del otro, seguro que desarraigamos ese palo que hay clavado en la mente  de todos ellos.